CLUB MONTAÑERO EL QUIJAR DE LA VIEJA

POR LOS CÁRCABOS DEL RÍO MUNDO

Volvemos al río Mundo. En esta ocasión por el cañón que une los viejos cortijos de los Cárcabos, Los Luisos y El Avellano, en una senda de herradura abandonada que unía Bogarra y Ayna por la ribera del río. Un espectáculo visual y muy montañera en algunos tramos, con tramo final de varios kilómetros por el interior del cauce, con pozas, bosque de ribera y frutos silvestres en esta época del año. Para senderistas con cierta experiencia.

INFORMACIÓN

Día: Sábado, 18 de septiembre

Hora de salida: 7 de la mañana.

Lugar de salida: Aparcamiento disuasorio del mercado (Posiblemente se esté celebrando San Vino y tengamos que aparcar nuestros coches en las calles adyacentes).

Desplazamiento: En autobús (Obligatorio uso mascarilla)

Inscripción: Enlace al acabar las fotografías.

Intendencia:

Llevar buen calzado

Bastones

Gorra.

2 litros de agua

Almuerzo

Comida

Zapatillas viejas con calcetines para el agua

Ropa de repuesto.

Tomaremos fuerzas en el lugar que nos encontremos en las horas adecuadas para ello.

CARACTERÍSTICAS

Distancia: 13 kilómetros.

Desnivel positivo: 400 metros

Desnivel negativo: 400 metros.

Tiempo: 5 horas

Dificultad: Alta

Tipo de ruta: Circular

M.I.D.E.

Medio: 3 Hay varios factores de riesgo

Itinerario: 3 Sin señalización (exige identificación de sendas y pozas)

Desplazamiento: 4 Asfalto, sendas de herradura, campo a través y por el agua.

Esfuerzo: 3 Casi 6 horas de recorrido

ITINERARIO

Salimos desde el cruce de la carretera Elche de la Sierra-Ayna con la de acceso a Royo Odrea y Los Cárcabos. En dirección oeste bajamos por el asfalto hasta cruzar el puente sobre el Mundo y pasar bajo la aldea de Royo Odrea. Seguimos por el asfalto y pasamos el cortijo del Pontarrón. Llegamos al cortijo de los Cárcabos, y un poco antes de las primeras viviendas, en un bancal de olivos, a la derecha, comienza la senda de herradura que hacia el oeste seguiremos continuamente subiendo. Dejaremos una senda que baja al río y continuaremos hasta un cruce de sendas junto a un par de pinos grandes. Tomamos la senda dela izquierda y caminamos llaneando entre pinos y bancales de almendros hasta llegar al comienzo de una senda empedrada que en zig-zag nos bajará a las primeras ruinas del cortijo de los Luisos, ya junto al río, pero que no se ve por la abundante vegetación. Seguiremos entre las ruinas hacia el oeste, entre los cultivos abandonados y la montaña. Hay que prestar mucha atención a los guías y no perder de vista a los que van delante, hay mucha vegetación y varias trazadas de sendas que confunden al caminante, aunque de vez en cuando aparecen mojones de piedra que indican el camino. Más adelante la senda comienza a elevarse y sube entre enormes piedras y mucho matorral hasta transformarse en una senda que se pierde muchas veces hasta que se llega al collado tras varios zig-zag. Una vez en el collado y tras la subida más fuerte, seguimos caminante hacia el oeste desviándonos poco a poco a la izquierda, hacia el cañón del Mundo. Una senda baja hacia el mismo girando hacia el este para pco después volverse hacia el este con algunas curvas. La senda está muy mal y tiene piedrecillas sueltas, por lo que hay que extremar el cuidado. Una vez en las ruinas del cortijo habrá que buscar la senda que del mismo sale hacia el oeste entre los cultivos abandonados y el comienzo de la montaña, con mucho cuidado pues desplazarse con seguridad es difícil. La senda nos llevará a un pequeño cortado junto al río, desde donde entraremos al mismo para seguir por el agua río abajo.

El río traza fuertes meandros y en algunos lugares hay pozas de cierta profundidad que se pueden salvar por lugares donde no cubre. Hay que llevar cuidado con pequeños rápidos. La mayor parte del tiempo el agua no llegará las rodillas. En algunos lugares nos encontraremos algún tronco que pasaremos por debajo o por arriba del mismo. En el tramo final se ha formado una pequeña presa que impide el paso por el río, pero unos metros antes, por la izquierda, sale una pequeña senda que va por la ribera izquierda del río hasta que cien metros más adelante devuelve al mismo.

Pronto estaremos en la cola del pequeño embalse de los Cárcabos, donde una pequeña playa permite bañarse junto a un acantilado y una tirolina abandonada. A la izquierda de la playa sale una senda que lleva hasta el extremo izquierda de la presa, a la que se baja con una sencilla destrepada. Por una pasarela junto a una vieja canal se llega al cortijo delos Cárcabos, desde donde por el mismo camino que llegamos a él volvemos al lugar que iniciamos el recorrido. Las vistas sobre el Pontarrón, Royo Odrea y las huertas son formidables.

CARTOGRAFÍA